El oficial primero Germán Ruiz Zapata, de la Comisaria Vecinal 10A de la Ciudad de Buenos Aires, fue asesinado en Isidro Casanova por un sujeto que, tras balearlo, dejó el cuerpo tirado en el asfalto y escapó con el auto. Amplias hipótesis en la investigación.
Tras un llamado al 911, la Policía arribó a la esquina de Edison y Jorge Newbery, en el barrio San Alberto, y encontró al oficial, de franco, con una herida de arma de fuego en el cráneo. Trasladado al Hospital Paroissien, la víctima falleció a las pocas horas.
Mientras tanto, la familia inició una búsqueda de paradero, judicial y a través de redes sociales. Al nosocomio había arribado como NN, por lo tanto, no se había notificado a sus deudos de la situación.
La investigación, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción especializada en homicidios de La Matanza, en persona del doctor Javier Brabois, relevó cámaras de la cuadra, y en una filmación pudo establecerse que pasadas las 2 de la mañana del domingo, el Volkswagen Fox rojo en el que se manejaba estacionó. A bordo iban el conductor y otro sujeto, en el asiento del acompañante, quien luego de varios minutos de dialogo desciende fumando un cigarrillo, y tras abrir la puerta del conductor, lo balea provocando que la victima caiga al asfalto.
El criminal escapó con el auto, rodado que apareció abandonado luego en las arterias Alagon y Mauricio Golfar, de la localidad de González Catán. Según registros fílmicos, el sospechoso tomó elementos del baúl y se retiró del lugar de a pie.
Personal de la Policía Científica incautó del pavimento la colilla del cigarrillo que arrojó el presunto imputado, además de llevar a cabo otras diligencias de rigor.
Las investigaciones van en torno a un posible ajuste de cuentas, y no descartan que el victimario podría estar relacionado también a las fuerzas de seguridad.
