Los dispositivo de vapeo desechable que contienen THC, el principal constituyente psicoactivo del cannabis, se venden de forma libre en internet, sin ningún tipo de control. “Ofrece una capacidad de 6 gramos, ideal para quienes buscan una experiencia prolongada y potente”, señalan en publicaciones donde los “porros digitales” se venden con precios que van desde los 80 mil pesos hasta los 200 mil. ¿Cómo llegan al país y quién debería regular la venta de esta droga al estilo Black Mirror?
“Nos ofrece un colocón con un shock estimulante en un principio, y una vez pasado los minutos comienza a sentirse un subidón cerebral y psicoactivo”, aseguran los vendedores de los POD con THC, quienes a través de distintas paginas web ofrecen el producto con distribución en varias ciudades de Argentina.
En 2016, la ANMAT decidió reiterar la prohibición para importar, distribuir y comercializar cigarrillos electrónicos y sus accesorios en la Argentina. Los vaper crecen como alternativa al cigarrillo, con menor cantidad de sustancias químicas pero con la comodidad de tenerlo siempre en el bolsillo, por lo que el consumo es mayor. Ahora, esas sustancias que se encuentran sintetizadas en un aceite que se calienta con una batería de litio fueron cambiadas por tetrahidrocannabinol con el agregado también de algunos aromatizantes.
“Esto no es sólo un vaporizador, es tu boleto al mundo de la magia pura”, prometen en otra de las publicaciones, que aclara en la tienda que la entrega del producto es con “cita previa”.
“La mezcla a presión desechable Torch THCA contiene ingredientes como THCA, THCP, HHCP, CBN, CBG y terpenos derivados del cáñamo, todos meticulosamente mezclados para crear una experiencia realmente fuera de este mundo”, agrega.
Queda en evidencia la atemporalidad de la ley 23737, que establece penas de 1 mes a 2 años de prisión por la tenencia de estupefacientes para consumo personal. El avance de la tecnología deja sin herramientas de control al Estado, con organismos vetustos como el Observatorio Argentino de Drogas y el Sedronar, ausentes en la diaria de los barrios.
Cómo llegan al país estos dispositivos también es una incógnita. Consultadas fuentes de judiciales por este medio, ni siquiera tenían conocimiento de la existencia de los POD para vapear THC.