“La abuela Aurora”, una vida de delitos: Viuda negra y vecina del terror

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En las últimas horas, la Policía de la Ciudad volvió a detener en el barrio de Liniers a Gloria Panucci, una conocida delincuente de 79 años con un prontuario de delitos por los que ya había sido condenada en 2008 a casi 4 años de prisión. Opera bajó la modalidad “viuda negra”, drogaba a sus víctimas, hombres y mujeres, y luego le robaba dinero en efectivo y objetos de valor.

La mujer fue capturada en los últimas horas, pero liberada al poco tiempo por su edad. Su centro operativo, el departamento del octavo piso del edificio de Ramón Falcón, donde la anciana fue aprehendida tras la denuncia de una vecina de 78 años la que, el 20 de agosto, le solicitó un vaso de agua para tomar una pastilla. Luego, según relató, se desmayó y cuando recuperó el conocimiento notó el faltante de dinero en efectivo, perfumes y una cadena de oro.

Con las características descriptas, los efectivos detuvieron a “la abuela Aurora”, y comprobaron además que contaba con un prontuario de antecedentes vinculados a hechos similares y una condena del año 2008.

En ese entonces, la Policía Metropolitana -ahora Policía de la Ciudad- encontró a la víctima, un adulto mayor, afectado por somníferos, en tanto la ladrona fue sorprendida robando y acumulando objetos en un bolso. Por esa causa fue condenada a casi 4 años de prisión, sentencia apelada pero que, a pesar de quedar firme, no fue efectiva dada la edad de la mujer.

El accionar delictivo de la ex celadora del Servicio Penitenciario Federal continuó por décadas. En 2014 Gloria volvió a ser allanada en su domicilio, allí encontraron 10 relojes de gama media y alta, 18 dijes, 24 anillos, 34 pares de aros, 24 collares, 6 prendedores y 3 pulseras de oro y plata, algunas con incrustaciones de piedras preciosas.

Siempre utilizó para dopar a sus víctimas medicamentos como Alplax, Clonazepan y Rivotril.

En los últimos meses Panucci fue denunciada por delitos en el marco de la misma modalidad de viuda negra, además de causas por hurto, y lesiones leves.

La mujer también denunció al consorcio de propietarios del edificio donde vive porque durante la pandemia ofició voluntariamente de encargada. Finalizada la emergencia sanitaria, la anciana adujo que no le pagaron por sus funciones y, tras una instancia legal, la Justicia le dio la razón, por lo que sus vecinos le deben pagar una suma de 10 mil dólares, la que se está prorrateando en las expensas.

Según testimonios y videos a los que accedió a SM Noticias, la convivencia con la mujer es una pesadilla para los vecinos, ya que la denuncian por rallar autos en las cocheras, e incluso haber agredido a un empleado de seguridad.

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