José Armando Balza Mentado, venezolano de 38 años, usaba como pantalla para la venta de estupefacientes la motomensajería y el servicio de Uber. Declaró ante la Policía que su pareja, Daniela Rojas, de 44 años, fue asesinada de 10 puñaladas porque también comercializaba drogas. La Justicia intenta determinar la veracidad de sus dichos.
¿La mandó a matar el novio? Lo último del crimen que conmociona a @lanusmunicipio con @caritobisgarra desde el lugar. https://t.co/ujCFuMQ4GN pic.twitter.com/Sf2CjAuxwF
— SM Noticias (@SMnoticias) August 12, 2024
El crimen de Daniela Rojas, vecina de Ingeniero Budge, localidad de Lomas de Zamora, es materia de investigación por lo llamativo de los hechos. Como adelantó SM Noticias, quien resulta ser su pareja la trasladó sin vida al UPA 1 argumentando que la mujer había sido asesinada por su relación a la venta de narcóticos.
Rojas trabajaba con la aplicación de viajes Uber. Anteriormente había sido dueña de una agencia de remis que funcionaba en su domicilio. Es madre de dos agentes de la Policía de la provincia de Buenos Aires. Este viernes por la noche fue asesinada de 10 puñaladas en la intersección de Hernandarias y Estados Unidos, Villa Caraza, partido de Lanús por un hombre que se acercó a su vehículo, un Volkswagen Up rojo, el que usaba para realizar los traslados de pasajeros.
La Policía detuvo a su pareja, quien llevó a la víctima ya sin vida al centro asistencial mencionado anteriormente a bordo de un automóvil en el que había 29 dosis de clorhidrato de cocaína y gran cantidad de dinero en efectivo.
Por estas horas, la principal hipótesis es que el acusado pudo haber contratado un sicario para acabar con la vida de Rojas. Este lunes se negó a declarar ante el fiscal Martín Rodríguez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 6 de Lanús, quien tomó intervención en el hecho y labró las primeras actuaciones por el delito de “homicidio”.
La autopsia arrojó que el cuerpo de la víctima tiene al menos 10 puñaladas, 2 de ellas mortales. Además surge de las cámaras vecinales y las que aportó la Municipalidad de Lanús que, tras la huida del asesino, Balza arribó al lugar y sacó objetos del auto de la víctima y las cargó en el suyo.
Para los investigadores, las acciones que realizó el venezolano, como mínimo, lo colocan en un lugar de encubridor, por eso el fiscal avanzó en esa línea para imputar al detenido, además de acusarlo de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.