Cintia Daniela Rojas, de 44 años, fue asesinada en Hernandarias y Estados Unidos, en Villa Caraza. Era conductora de una aplicación de viajes y en primera instancia se creyó que el crimen fue durante un robo. Sin embargo, a las pocas horas, la Justicia determinó que la víctima se dedicaba a la comercialización de estupefacientes, por lo que se investiga un ajuste de cuentas.
La mujer fue trasladada al UPA de Lomas de Zamora por su pareja, Armando Balza, venezolano de 38 años, quien declaró ante la Policía que ambos trabajan como conductores de UBER, y que al notar que la ubicación de su pareja estaba estática, se dirigió hacia el lugar y la encontró en su vehículo Volkswagen Up rojo con heridas.
Horas más tarde, tras el inicio de la investigación del homicidio por parte del fiscal Martín Rodríguez, de la Unidad Funcional de Instrucción 5 de Avellaneda Lanús, se pudieron recabar imágenes de cámaras particulares y municipales, filmaciones donde se logra individualizar al presunto autor del crimen, a quien se lo identifica como un hombre de entre 30 a 35 años, delgado, vestido con buzo con capucha de color rojo, chaleco negro y pantalón de gimnasia oscuro con franjas blancas.
Al mismo tiempo, la Policía Científica peritó el Volkswagen Gol de la pareja de la mujer fallecida, vehículo utilizado para el traslado de la mujer al centro de salud, rodado en el que incautaron gran cantidad dinero en efectivo, 29 dosis de clorhidrato de cocaína y 4 equipos de telefonía móvil.
Ante las autoridades, el venezolano manifestó que su pareja, víctima del homicidio, comercializaba estupefacientes, lo que habría dado lugar al asesinato. El hombre quedó aprehendido y el fiscal dispuso el allanamiento de la finca de la víctima, donde se incautaron gran cantidad de estupefacientes y dinero en efectivo.