Dos lacras eligieron una calle transitada para el delito, y si no van de caño, estos rastreros se complican con la logística. Estuvieron casi tres minutos caminando, sentándose, atándose los cordones y girándose las gorras, esperando que terminen de pasar autos y peatones para robarse una moto que un vecino dejó en la vereda.
La desesperación de un vecino tras el robo de su moto en González Catán
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— SM Noticias (@SMnoticias) August 5, 2024
Ocurrió el viernes en la calle José Raúl González y Pedro Russo, en el Barrio Rodolfo Walsh. La vigilia fue de varios minutos, porque la rata encargada de sustraer la moto no se animaba a dar el paso por la continua presencia de autos y vecinos transitando por el lugar.
Quedaron grabados por cámaras vecinales, llegaron a bordo de una moto de 110 cilindradas y mientras uno de los doblados se quedó de campana, el otro, disimulo mediante, sustrajo el motovehículo.
Huyeron con rumbo a la avenida Russo, momento en el cual el vecino, dueño de la moto robada, salió de su domicilio e intentó correrlos, pero no logró alcanzarlos.