Ramona Romero, de 50 años, fue asesinada por un hombre de 64 que había conocido por Internet. Tenían una relación amistosa pero el sujeto insistía en convertirla en una relación amorosa, a lo que la víctima se negaba. La asesinó en su propia casa.
“Nadie obliga a nadie, pero tengo algo para decirte si o si”: advirtió femicida antes de acabar con la vida de una mujer
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— SM Noticias (@SMnoticias) July 6, 2024
Efectivos del Comando de Patrullas de Florencio Varela acudieron al domicilio de 1352 y 1327, del barrio Villa San Luis. Se trata de una zona semiurbana, con casas quintas, con nulos servicios públicos municipales y escasa iluminación. En el lugar se hallaba en estado shock el ex esposo de Ramona Beatriz Romero, quien resulta ser el padre de sus 5 hijos.
El hombre, al no tener respuestas telefónicas de la mujer, se apersonó en el domicilio de la misma, y tras forzar el portón de ingreso, encontró a Romero tendida en el piso, boca arriba, con una campera tapándole el rosto, donde tenía una herida.
Al arribo de los oficiales pudieron constatar a simple vista que la mujer se encontraba sin vida, vestida, recostada sobre una manta. Horas después, médicos del SAME confirmaron óbito y certificaron que la víctima tenía una herida de arma de fuego en su cara.
La familia de la mujer encontró en el lugar una nota manuscrita por quien resulta ser la última pareja de Ramona, la que decía: “Bendiciones Ale, la nafta ya tiene el aceite, está listo para ponerle a la maquina. Te traje una correa para tu perrito, una cadenita, y un pan casero para el mate. Si me querés escribir está bien, si no más que bien. Franco, te amo”.
Asimismo, en el interior de la casa se encontraban todos los objetos señalados en la esquela.
Según testimonios de los hijos se pudo saber que la mujer no contestaba mensajes desde la mañana del jueves, y detallaron que Franco resulta ser un hombre al cuál conoció por redes sociales, y con quien tenía una “relación de amistad sentimental”, sin llegar a establecerse una relación de pareja por decisión de Ramona.
Fue un pastor evangélico de una iglesia a la que víctima y victimario asistían quien llamó por teléfono al sindicado autor del crimen para ponerlo en conocimiento de que era solicitado por la fiscal de la causa.
El femicida se entregó ante las autoridades y quedó detenido, acusado de homicidio, en una causa que instruye la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio 6 de Florencio Varela.