Ocurrió en Merlo, cuando la dueña de la propiedad, afortunadamente, no estaba presente. El ratero, además, aprovechó la soledad de la vivienda para revolver todo en busca de objetos de valor y cocinarse.
Fue en Merlo, y la víctima no estaba en la propiedad cuando ocurrió el robo. Al regresar, se encontró con la salvajada. Filmó todo y lo difundió en redes sociales. El escatológico ladrón está prófugo https://t.co/6WY9qJ6hjZ pic.twitter.com/qeRk6jKdOz
— SM Noticias (@SMnoticias) February 5, 2024
El hecho ocurrió el 31 de enero en avenida Ricardo Balbín y Córdoba, en el centro del partido del oeste del conurbano. La víctima había salido y al regresar se encontró con el dantesco escenario.
En redes sociales, la mujer denunció: “Esta lacra que ve en imágenes entró a mi casa mientras yo no me encontraba en mi domicilio”. Dijo que lo hizo “destrozando todo, defecando, vomitando y orinando por toda mi casa”. “No le bastó con esa asquerosidad que tuvo que esparcir mi ropa y todas mis pertenencias sobre toda su mierda”, agregó, compartiendo filmaciones de las consecuencias del accionar del escatológico ladrón.
“Abrió todos los snacks que tenía en el cajón, los comió y los esparció por toda la casa. Rompió huevos por toda la casa, hasta por el techo. Sacó todo de la heladera/freezer y lo dejó tiro al piso”, continuó la víctima. “Mordió un pedazo de queso sin sacarle el film que lo envolvía, y un salamín sin sacarle el papel del almacén, o sea que comió papel y film”, prosigue el insólito relato.
No obstante, parece que momentos después el ratero mostró mejor conducta gastronómica, ya que “se cocinó un sanguche de costilla de cerdo con barbacoa y huevo frito”, aseguró la dueña de la propiedad vulnerada.
Esto ya parece demasiado, pero lastimosamente, el accionar del delincuente tiene partes aun más aberrantes. La mujer escribió que el ladrón se masturbó “en mi ducha con una de mis bombachas”, y que luego se bañó, “se secó con mi toalla, se afeito los genitales con mi maquinita, se lavo los dientes con mi cepillo y se fue”.
El botín que se llevó el autor de esta salvajada es un secador de pelo, una planchita del pelo con forma de cepillo, un desodorante, un pendrive y un par de zapatillas marca Nike, que se llevó puestas, dejando en el lugar del hecho las que el traía puestas.
“No sé si voy a poder volver a mi casa de nuevo. Relato todo esto para que se imaginen lo salvaje que fue, y está suelto por la calle, y le puede hacer cualquier cosa a cualquiera”, publicó la víctima, tras compartir una imagen de la cara del protagonista del escatológico robo. Pide colaboración de la ciudadanía y de las fuerzas de seguridad para dar con este inmundo ladrón, que está prófugo.